Vamos a cabalgar entre campos y montañas con muchas bromelias y orquídeas; vamos a pasar en despeñaderos con vistas espectaculares, ver cuevas y nadar en cascadas, oír y ver pájaros y con suerte algunos animales como el lobo guará y los monos Muriqui.
Al final vamos a entender porque el naturalista y viajero francés Auguste Saint Hilaire lamentó partir de la región en 1820 y escribió “la vista de los bellos campos que se presentan a mis ojos, no puedo dejar de sentir un verdadero aprieto en el corazón, pensando que luego los dejaré para siempre”.
* Ibitipoca – Un lugar donde aguas mágicas amarillentas corren por entre las rocas de cuarzo, las mismas que según los geólogos acumulan energía.
● Abierto de Enero a Noviembre
● Fechas agendadas & grupos privados
● 6 noches / 5 días
● 5 – 6 horas a caballo por día
● Límite de peso: 100 kg
● Máximo habitual: 8
● Aeropuerto más cercano: São Paulo
El clima es tropical con el verano suave y el invierno seco.
Cabalgata premium
Recepción en la posada de la Hacienda del Engenho dentro de la Reserva del Ibitipoca (más de 3.000 hectáreas con 90% de área preservada). La antigua sede de la hacienda (una de las más antiguas de la región) fue reformada y restaurada para recibir con mucho confort. En su decoración el lujo esta en la sencillez de cada detalle, valorizando la artesanía y la cultura local. Ya en las primeras comidas vamos a poder percibir lo que nos espera para los próximos días: la buena hospitalidad y la famosa “cocina” minera.
Después de estar instalados, vamos a las bahías a conocer nuestros caballos y un paseo de familiarización.
Después del desayuno vamos a las bahías de donde salimos cruzando la Mata de la Casa Nova, pasando por las arenas de la luna llena, hasta llegar a la cascada y cueva del andorita donde paramos para visitarla, después seguimos hasta el lago del Fernandinho, subimos hasta el muro de piedra de las Licuranas, pasando por el puente de piedra. Volvemos por el Camino de las Almas y Piedra del Lobo, cruzamos las arenas de la Casa Nova hasta Camino de Sofía y seguimos hasta las Casas de Montaña donde vamos a almorzar.
La tarde, después de una siesta en el deck / redario, seguimos hacia el mirador de la Piedra del Gavião, pasamos por el césped de la pista de aterrizaje, empezamos a subir pasando por las limeiras (en la cosecha, vamos a poder probar una). Continuamos subiendo el Camino de las Paineiras, siguiendo hasta el mirador del Garnet, pasamos por la Gruta del Sol Nascente y cruzando el Jardín de las Bromelias hasta el Árbol de los Siete Caballeros. Continuamos nuestro ascenso y llegamos a la cima, dejamos nuestros caballos en la base y subimos para apreciar la vista de 360°.
Después empezamos a bajar por la losa del Paredão, siempre con la vista hacia el valle del Engenho, la Sierra Negra y el Pico del Pan de Angu. Al final de la tarde, llegamos de vuelta en la bahía.
Saliendo de los establos, seguimos bordeando el Río del Salto hasta el lago del Viradouro, subiendo hasta la pista de aterrizaje y llegamos a las Piscinas (divisa con el Parque estatal de Ibitipoca, lugar de encuentro de las aguas que viene del parque con las aguas del río Garnet). Continuamos pasando por el camino de los Afonsos hasta la cascada de la laje, siguiendo hasta la Cachoeira del Gritador (cuando llena, escucha de lejos su sonido), pasamos por el Lago Negro y llegamos a la cascada del Engenho, donde vamos a nadar y almorzar.
Después del desayuno, seguimos hacia el Areião. Después de cruzar la Mata del Palmitinho, pasamos en el puente de piedra y subimos por el Laje hasta el Camino del Pamonón, avistando el Arraial do Mogol frente a nosotros, bordeando y cruzando la Mata del Jacutinga. En el municipio de Bias Fortes, descendiendo por área de mata primaria, llegamos a la Casa del Patuá (vamos a parar para un café). Seguimos hasta la hacienda Boa Vista (siglo 19) donde el almuerzo y el redario nos espera. A la tarde continuamos nuestra cabalgata pasando por pequeños sitios hasta el Pouso del Areião, nuestro destino del día. Final del día para disfrutar de la vista del lugar.
Salimos temprano para el desayuno y salida del sol en la ladera de la sierra con una panorámica de la región. Después continuaremos nuestro ascenso por escarpa de piedra hasta la cima de la montaña pasando por pequeña mata de bromelias y bosque de lámparas. En el otro lado la topografía y vegetación cambian bastante con campos rupestres (vegetación campestre asociada a afloramientos rocosos que ocurre en la cima de sierras). Descendemos hasta la cascada de las Siete Caídas donde vamos a parar para tomar un baño en la piscina natural y luego seguimos hacia la Mata do Luna donde vamos a intentar ver los monos Muriqui (mono carvoeiro). Continuamos rodeando el Parque hasta llegar al Areião para el almuerzo. Por la tarde regresamos al Engenho, pasando por áreas de mata y cruzando arroyos.
La antigua sede de la hacienda fue reformada y restaurada para recibirlo con mucho confort. En su decoración el lujo esta en cada detalle, valorizando la artesanía y la cultura local. Ya en las primeras comidas vamos a poder percibir lo que nos espera para los próximos días: la buena hospitalidad y la famosa “cocina” minera.